Nacapa

A Jesús Garza Arocha “El Charro”.


Rufino Rodríguez Garza.

En una antigua hacienda de finales del siglo XIX, aún se observan partes importantes del casco; anchas paredes de adobe y unos contrafuertes que sirven para sustituir el cemento y la varilla. De Nacapa nos dice Homero Gómez Valdez que significa: lugar de agua en lo alto pero otras traducciones le llaman espejismo , que para términos coloquiales vendría a ser lo mismo.

Aquí sobreviven dos familias, ambas de apellido Cano, que nos sirven de guías cuando visitamos estos devastados lugares. También quedan vestigios de un antiquísimo panteón con unas cuantas tumbas, las cuales se encuentran en total abandono. Aún hay gente que el día de los muertos llega al lugar para dejar algunas flores de papel o de plástico, lo importante es que el desierto no se coma también el olvido de los seres queridos. Con las lluvias recientes de hace unas semanas la hierba esconde los restos de las tumbas y hace difícil su ubicación.

El sitio es ejidal y de pequeñas propiedades, pero se destaca por ser una estación arqueológica de singular importancia.

Para empezar solo aquí, en una sola roca horizontal, es decir a nivel del suelo se pueden contar trece morteros, y en sus alrededores aproximadamente unos treinta más. Al fondo del sitio, junto a los depósitos naturales de agua localizamos seis morteros, unos más profundos que otros, dos empezados y uno de ellos con agua.

Esto se explica porque era una herramienta muy importante ya que con la misma se hacían harinas diversas, entre otras la de mezquite; inclusive hasta la fecha se encuentran alrededor de la presa muchos árboles de esa especie. El mezquite es rico en proteínas y servía de alimento a los nativos, al igual que las tunas del nopal y las pitahayas.

No recuerdo como fuimos a dar con ese importante lugar, pero llegué con el Arq. Dávila, Javier Villarreal, Canales y el Ing. Raúl Elizondo de Allende. En aquella ocasión empezamos a observar grabados y unas escondidas pinturas, las cuales se encontraban en los alrededores de la cortina de la presa.

Nacapa es un lugar al que he ido en múltiples ocasiones, ahora (junio 2013), en compañía del Ing. Ventura, exploramos unas cañadas poco visitadas; se trata del Rincón del Cuervo, donde los antiguos pobladores nos dejaron unas hermosas representaciones y grabados. En los llanos se pueden contar múltiples chimeneas o fogones donde los nativos preparaban los escasos alimentos y en invierno no sólo se calentaban sino que también ahuyentaban a los pumas o leones del desierto.

Después de casi tres años sin llover, este lugar fue favorecido con la lluvia, la cual llenó la represas y dio vida a la vegetación, que aunque resistente a la sequía se encontraba al borde de morir. Ahora el panorama ha cambiado y el sábado 15 nos tocó ver las flores del aerocarpus capricornio, que es flor de un día , y casualmente en ese día estuvimos y pudimos tomar las debidas fotografías. Pero no solo de ese raro cactus, también fotografiamos otras plantas que embellecen el desierto.

Pero regresando a los vestigios arqueológicos, Nacapa y sus lomeríos nos guardan unas cantidades enormes de grabados. En estos grabados hemos identificado parte de la fauna, sagrada para los pobladores del pasado, pero también útiles para la alimentación. El animal representado, tanto por astas como por sus huellas es el venado Cola Blanca y en menor escala el venado Bura asi como algunas representaciones del Borrego Cimarrón.

También localizamos cruces cristianas, que seguramente proceden de la Colonia, ya que los cristianos católicos y los tlaxcaltecas evangelizados podían marcar cruces en sitios sagrados por los nativos.

De igual forma podemos mencionar la cantidad de peyote que existe en los alrededores del lugar; como ya lo he mencionado, los Chamanes o brujos eran los que bajo el influjo de plantas alucinógenas grababan los mensajes y aquí en esta localidad se encuentran en variada plantas de toloache y peyote.

Si los grabados los dividimos en dos grandes apartados, una buena parte correspondería a los que llamamos abstractos, los otros son los naturalistas, mismos que podemos fácilmente identificar tal y como se han mencionado en la presente nota como son las astas y algunas herramientas como serían puntas de proyectil. En este sitio son abundantes los abstractos aunque de estos podemos entresacar algunos de corte geométrico, algunas líneas rectas, otras onduladas, puntos y cuadrículas entre otras; pero también los círculos concéntricos y círculos divididos cual una pizza por ejemplo.

Otros motivos son los cómputos a base de puntos. Uno de ellos con dimensiones de más de un metro cuadrado. En este tablero se aprecian cuentas en líneas horizontales y/o verticales, los puntos están por cientos. Son cuentas que están relacionadas con eventos estelares, calendáricos o lunares.

Una de las personas que aún vive en Nacapa es Horacio Cano, un pastor con la característica física de que es sordomudo que cuida un atajo de cabras el cual pertenece a su hermano. Horacio no sabe leer ni escribir, pero aprendió a dibujar su nombre y el mismo aparece en muchos de los sitios de pastores y en algunas ocasiones encima de los grabados. Este amigo también ha dibujado carros, camiones y hasta en una ocasión un ferrocarril (Nacional de México). En este sitio, fuera de lo poco vandalizado por Horacio, los grabados se encuentran en buen estado de conservación.

Ahora, con estas aguas de junio hay unos estanques naturales, que los vecinos del lugar les llama tinajas donde se almacena el agua y que permite que se acerquen algunos animales a tomar agua, pudiendo identificar al animal si se trata de conejos, tortugas, mapaches, coyotes etc. Sin contar con las aves lagartijas y serpientes.

En relación con las tortugas pudimos observar unos ocho caparazones de este resistente reptil, tal parecía un cementerio de tortugas.

La Sierra de Nacapa, después de varios kilómetros va a rematar hasta Tanque de Tuxtepec, lugar del que hemos escrito en estas páginas. En toda la falda de esa sierra, sobre todo en el lado sur, los sitios con grabados se multiplican, pero de eso hablaremos en futuras colaboraciones.